“Para que Cristo habite en vuestros corazones por la fe. Y oro para que vosotros, arraigados y establecidos en el amor, podáis, junto con todo el pueblo santo del Señor, comprender cuán ancho, largo, alto y profundo es el amor de Cristo, y conocer este amor que sobrepasa todo conocimiento. para que seáis llenos a la medida de toda la plenitud de Dios. Ahora bien, al que puede hacer muchísimo más de lo que pedimos o imaginamos, según su poder que actúa en nosotros.”

(Efesios 3:17-20 NVI)

Mientras miraba por la puerta trasera, no pude evitar notarla. El pájaro de aspecto bastante sencillo estaba nervioso con la boca llena de ramitas y pasto seco, así que esperé para ver dónde planeaba formar su familia. Saltó a la parrilla y estuvo fuera de la vista durante unos minutos, pero, por desgracia, saltó a la barandilla del porche y desapareció de nuevo. Tan pronto como se perdió de vista, salí a inspeccionar su trabajo y descubrí que había intentado hacer un nido en la parrilla donde había una gran grieta y todo su trabajo se había caído amontonado en la terraza. Entre risas le conté a Larry sobre nuestro equivocado amigo emplumado. En los días siguientes disfrutamos del frenesí de actividad, pero nuevamente el montón de ramitas, pasto y palos en el lugar donde ella intentó desesperadamente construir un nido. Pensando que nuestra amiga era un fenómeno de la naturaleza, la vimos trabajar.

Larry decidió investigar la misteriosa actividad, miró dentro de la parrilla y descubrió que nuestro pequeño y trabajador amigo había reunido suficientes materiales para llenar toda la parrilla por dentro. Mientras observábamos su hábil trabajo, descubrimos que en medio de su gran exhibición había un nido perfectamente formado, un lugar perfecto para poner sus diminutos huevos.

A veces, cuando observamos a Dios, no podemos ver que nuestras oraciones están siendo respondidas y le suplicamos una y otra vez que preste atención a nuestro problema. Lo único que podemos ver es un montón de ramitas amontonadas en el suelo. Pero, sin que nosotros lo sepamos, él trabaja diligentemente para responder nuestra oración a su propio tiempo y manera.

Perdidos irremediablemente en nuestra decepción, abrimos un nuevo capítulo y descubrimos que Nuestro Padre ha estado trabajando todo el tiempo construyendo una mansión en lugar de solo un nido. Ha respondido más de lo que podríamos pensar o preguntar.

La Biblia nos dice que Él puede hacer muchísimo más de lo que podemos comprender.

Oración: ¡Padre Dios, eres tan bueno! ¡Alabado sea tu Santo Nombre!

Jeannie Nihiser
Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas. Se elevarán con alas como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Isaías 40:31

Traducido por Pascal Lambert