“Pero el Espíritu Santo produce este tipo de fruto en nuestra vida: amor, alegría, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. ¡No hay ley contra estas cosas!” (Gálatas 5:22-23 NTV)

Con un renovado interés en nuestra alimentación de aves este año, vigilamos de cerca a nuestros amigos pajaritos. Hemos alimentado a todo tipo de aves esta temporada, oropéndolas de Baltimore, pájaros azules índigo y, durante unos días, un deslumbrante picogrueso pechirrosado. Los jilgueros nos han visitado junto con la variedad de jardín de gorriones, pinzones domésticos y pequeños colibríes. Hay uno al que particularmente tratamos de atraer a nuestros comederos, el hermoso cardenal norteño, pero no parecen estar muy interesados ​​en nuestra elegante comida o comederos. Se posan en los árboles cerca de nuestra variedad de golosinas, pero vuelan hacia abajo solo para comer lo que dejaron en el suelo. Ellos escarban entre las cáscaras que ya están abiertas o agarran alguna semilla suelta que se les ha caído durante la voraz alimentación de nuestros otros amigos emplumados. Mientras estaba sentada mirando los comederos para pájaros esta mañana, pensé en este pájaro común pero hermoso comiendo sobras en lugar del banquete que tiene ante sí.

A veces ceno en las sobras de preocupación y miedo en mi vida que me quitan la paz. La paz en la Biblia proviene de confiar en Dios y es dada por el Espíritu Santo que se da a aquellos que aman a Jesús. La paz es un fruto del Espíritu. Según nuestra escritura en Gálatas, el Espíritu Santo nos da paz, incluso en tiempos de problemas.

Una forma en que el Espíritu Santo me da paz es a través de las palabras de la Biblia. Me gusta leer lo que llamamos las promesas de Dios que están allí. Las promesas nos dicen que Él siempre nos amará y estará con nosotros, incluso cuando nos veamos tentados a preocuparnos por las cosas. Gálatas 5:22-23 nos promete que Él nos dará paz como un Fruto del Espíritu.

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Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas. Volarán con alas como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se cansarán. Isaías 40:31

Traducido por Pascal Lambert