Hay un cráter de meteorito en Soshanguve, Sudáfrica, conocido como el “cráter de meteorito Tswaing”. En algún momento de la historia de la Tierra, está claro que un gran meteorito se estrelló contra la Tierra, formando un cráter de media milla (un kilómetro) de ancho.

Los primeros nativos recogieron depósitos de sal del lago en el fondo del cráter, llamándolo “lugar de sal” o “Tswaing”. Actualmente rodeado de rutas de senderismo, el cráter es ahora una hermosa atracción turística.

Me pregunto qué “desastre” se habría considerado esto en el momento en que el meteorito que creó este cráter golpeó la corteza terrestre. Cualquier cosa en el punto de impacto habría sido erradicada por completo, incluida toda la vida vegetal y animal, así como cualquier otra cosa que pudiera haberse encontrado allí. Por supuesto, no tenemos forma de saber qué quedó destruido tras el impacto, si es que hubo algo; pero es interesante especular sobre la devastación que ha podido resultar en ese momento. Ahora, sin embargo, el cráter del meteorito Tswaing es un objeto de gran belleza, con sus aguas de un azul profundo, el verdor que se acerca al borde y la franja marrón que separa el bosque del agua. Si alguna vez tengo la suerte de poder visitar Sudáfrica, ¡esto definitivamente estará en mi lista de “visitar”!

Cuando ahora miramos a nuestro alrededor, también vemos cosas de gran belleza. Estoy hablando de la naturaleza de Dios, sí. Pero también hablo de relaciones. O tal vez tenga la suerte de tener buena salud o un buen trabajo. O tal vez por alguna serie de circunstancias desconocidas, has tenido el privilegio de adoptar una mascota hermosa y leal en tu hogar, un regalo definitivo de Dios. Te hace preguntarte, ¿no es así?, qué conjunto de circunstancias deben haberse reunido para que esa bendición que se te ha dado llegue a ser realidad. ¿Las circunstancias fueron positivas? Probablemente no.

Tomemos, por ejemplo, el hermoso bebé que has adoptado. Un verdadero regalo de Dios. ¿Pero qué circunstancias le trajeron ese bebé? Quizás le quitaron al niño a su madre biológica por temor a sufrir abusos. O tal vez fue rechazada por su familia biológica. Quizás ya había demasiadas bocas que alimentar en su familia biológica. Quizás fue rechazada por ser una niña. Tal vez fue el resultado de una violación, o tal vez la madre biológica realmente amaba a la niña lo suficiente como para entregarla, sabiendo que tendría una vida mucho mejor en otro lugar.

Sí, ese es un bebé hermoso; pero las circunstancias que llevaron a que la adoptaras no fueron tan bonitas…

Podría seguir con muchos otros ejemplos, pero el punto es este: por cada cosa buena en la vida, existe la posibilidad de que existieran circunstancias negativas que la condujeran.

Ahora retroceda un poco en la historia. Cuando esas circunstancias negativas te rodeaban, no habrías tenido forma de saber que Dios de alguna manera usaría esas pruebas para lograr algo hermoso. Sin embargo, lo hizo. Tal como Él ha prometido: “Y sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados conforme a su propósito”. (Romanos 8:28 NVI)

Tenga esto en cuenta mientras navega por su conjunto de problemas actuales. Así como ese meteorito que se estrelló en lo que ahora se conoce como el país de Sudáfrica causó mucha devastación, pero ahora es algo hermoso, Dios también convertirá cualquier cosa por la que estés travesando en algo hermoso. Puede que nunca seas el destinatario de la máxima bendición, pero puedes estar seguro de que alguien lo será, porque Dios cumple TODAS Sus promesas (Ver Deuteronomio 7:9), ¡incluyendo la de hacer algo hermoso a partir de nuestros problemas!

En su amor,
Rob Chaffart
Director, Ministerios Answers2Prayer

Traducido por Pascal Lambert